De niños y aviones…

CABECERA AVION con firma

Si volar con peques fuese un título literario, este sería, sin lugar a dudas, «La Odisea».

Viajar en avión es algo que implica numerosos preparativos para un adulto pero, cuando lo hacemos en compañía de nuestros hijos, estos preparativos se elevan al cuadrado y van in crescendo cuanto más pequeño es el niño o niña.

Aunque se que, en cualquier caso, no va a ser un camino de rosas, en este post os proporcionaré algo de información para que los aeropuertos os resulten más cómodos y para evitar que os encontréis con sorpresas de última hora. También os ofreceré algunas ideas para jugar con los peques durante el vuelo, sin hacer mucho ruido y sin necesidad de ocupar un espacio excesivo.

Vayamos por pasos:

1. LOS PREPARATIVOS

Según la información oficial, un bebé puede volar desde las 48 horas de su nacimiento, no obstante, según indica Aena, es recomendable que cuente con una semana de vida para realizar vuelos cortos y al menos tres semanas para vuelos de largo recorrido. Lo más aconsejable a este respecto es consultar siempre la opinión del pediatra que asiste al pequeño.

Hemos comprado el billete y, según la normativa de la compañía, podremos llevar a nuestro bebé en los brazos o, si ha alcanzado determinada edad, tendremos que adquirir un billete exclusivo para él.

Ha habido cierta controversia sobre la documentación que deben llevar los niños a la hora de volar, pero la información general de Aena al respecto es la que se indica en este enlace que aconsejo que leáis con atención. No obstante, siempre es conveniente revisar la política que aplica cada compañía sobre este asunto.

2. LA GESTIÓN DEL EQUIPAJE Y EL CONTROL DE SEGURIDAD

Hemos hecho la maleta con todo lo necesario para viajar, y seguro que con algunas cosas de más por si acaso… Bien, para vuestra tranquilidad, deciros que un niño, incluso un bebé, tiene derecho a llevar equipaje de mano, con lo que contaremos con un poquito más de espacio para guardar esas cosillas que van más apretadas o desubicadas dentro de la maleta y, por supuesto, todo lo necesario durante el vuelo (dodotis, comida, juegos, cuaderno en blanco y pinturas…)

Eso sí, a la hora de repartir los objetos entre el equipaje que irá en la cabina del avión y aquel que vamos a facturar, tendremos que tener claras no solo nuestras prioridades, sino también la normativa. De este modo, evitaremos retrasos en la cola de seguridad y disgustos inesperados si nos prohíben acceder con algún producto con el que contábamos.

¡Ojo con los líquidos! (biberones, tarritos con puré, etc) Más vale consultar con el personal del control de seguridad antes de intentar pasarlos dentro de la maleta de mano. Es posible que los tengan que retirar y analizar antes de acceder a la zona de embarque, aunque finalmente podamos llevarlos. Lo mismo sucede con los jarabes un otros medicamentos, siendo además recomendable en este caso adjuntar la prescripción médica.

En el enlace encontraréis información actualizada a día de hoy sobre la normativa de líquidos en el equipaje de mano procedente de la página web de Aena. Mi recomendación es que consultéis siempre la información oficial actualizada.

Antes de acceder a la zona de embarque, muchos os preguntaréis qué hacer con el cochecito del bebé. Lo principal es saber las opciones con las que contamos. Para ello debemos consultar con el personal de tierra de la compañía con la que se va a volar. En cualquier mostrador de facturación nos proporcionarán la información necesaria.

¿Qué es lo más normal? lo más común es que nos den dos opciones: facturar la sillita/capazo o llevarlo con nosotros hasta la puerta del avión, donde lo retirarán y lo moverán a la bodega, permaneciendo allí a lo largo del vuelo.

En caso de que nos inclinemos por la segunda opción, es importante informar al personal de facturación de la aerolínea antes de pasar por el arco de seguridad y solicitar que etiqueten la silla o carrito debidamente para localizarlo sin problema a la hora de recogerlo en destino.

Si teméis por la integridad del coche o silla durante el vuelo, podéis adquirir unos días antes de volar una funda que lo mantenga más protegido.

¿Cómo se recoge el cochecito en el aeropuerto de destino? Variará según la política de cada compañía o en función del aeropuerto. En ocasiones lo recibiremos en la puerta del avión y en otras tendremos que esperarlo en la cinta de recogida de equipaje.

3. LA ZONA DE EMBARQUE

Después de toda esta vorágine de preparativos y controles, es normal que estemos un poco nerviosos… así que los niños también.

Llegado este momento, es totalmente necesario que nos tranquilicemos, por el bien de nuestros hijos, y que tratemos de hacer del volar una maravillosa aventura. Así que respirad hondo y comenzad a disfrutar de esta primera experiencia para vuestros hijos, sobre todo si ya tienen una edad en la que son conscientes de que van a subir a un avión.

Hay que hacerles ver que es algo «súper guay». Para ello, es aconsejable explicarles qué es lo que se van a encontrar antes de comenzar todo este periplo. Podemos inventar una historia en la que ellos son los protagonistas de un gran viaje, o jugar a volar con sus muñecos, fabricar juntos aviones de papel…

Existen también algunos cuentos infantiles que explican de forma muy divertida cómo es viajar en avión. En casa tenemos dos que han resultado de gran utilidad.

El primero de ellos se titula «Despegamos», escrito por Àngels Navarro Simón  y con ilustraciones de Julio Antonio Blasco López.  Recomendado para niños a partir de los tres años, explica de principio a fin cómo nos preparamos para un vuelo.

El segundo, gran opción para peques entre dos y cuatro años,  pertenece a la colección de libros Nacho y Laura escritos e ilustrados por Liesbet Slegers. Se trata del título «Nacho viaja con su abuela». Es un libro muy recomendable, ya que no sólo explica cómo es el entorno aeroportuario, sino que también habla de emociones y situaciones concretas que se les plantean a los niños y que para ellos son cruciales, aunque los padres tratemos de restarles importancia.

CUENTOS VOLAR CERRADOS con firma

CUENTOS VOLAR ABIERTOS con firma

4. EL VUELO

¿Qué pasa si los adultos tenemos miedo a volar? Se trata de un miedo irracional, pero no deja de ser una fobia que puede manifestarse cuando estamos expuestos a la situación que la origina. Si es vuestro caso, habréis que considerar que es conveniente no transmitir ese temor a los peques.

A veces las reacciones ante una fobia pueden ser incontrolables, de modo que es fundamental que, si creéis que no vais a poder evitar soltar una lágrima, o temblar, o apretar con las manos los brazos del asiento, se lo comuniquéis al personal de vuelo, que estará pendiente de que todo vaya bien para vuestra tranquilidad y la de los niños.

Vamos a despegar y viajamos con un bebé. Sus oídos, como los de un adulto, pueden sufrir, pero los de los niños son aún más delicados.

Mantener a los bebés despiertos durante el despegue y el aterrizaje, así como la succión de un chupete o un biberón, o tomar pecho, si practicamos la lactancia materna, en esos momentos, ayuda a que sus oídos no se taponen y se sientan más cómodos durante todo el vuelo; evitando además otras molestias que esto pudiera ocasionarles.

Ya estamos en pleno vuelo y nuestro peque ha tenido una fuguita… bien, aunque por motivos de espacio no es muy cómodo cambiar a un bebé en el baño de un avión, sabed que estos pequeños aseos cuentan con cambiador.

5. JUEGO Y ENTRETENIMIENTO DURANTE EL VUELO

Pasa el tiempo y los niños se ponen nerviosos, se aburren, quieren correr, saltar, moverse, cantar… pero no se puede, contamos con un espacio reducido y con muchos otros pasajeros que quieren leer, dormir o, en definitiva, volar tranquilos; a veces atravesamos zonas de turbulencias y ni siquiera podemos quitarnos el cinturón de seguridad… complicado para los peques.

Aquí es cuando podemos ofrecerles algo de entretenimiento.

Personalmente intento optar por el juego libre e imaginativo o por algunos juguetes fáciles de transportar, pero entiendo que hay vuelos muy largos, o que hay padres y madres que quieren probar con una película o algo de música para que sus hijos viajen tranquilos y entretenidos.  Si este último es vuestro caso, los niños deberían utilizar auriculares para evitar incomodar al resto del pasaje.

Los oídos de los niños son más sensibles que los de los adultos, por lo que hay que tener en cuenta el tipo de casco o auricular que es más adecuado para ellos. Según los expertos, siempre es recomendable que usen auriculares de almohadilla.

Si estáis pensando en comprar unos, vais a encontrar multitud de opciones adaptadas a los más pequeños, con diadema de tamaño reducido, diseños muy divertidos y materiales resistentes y, algo muy importante, bloqueador de volumen, ya que es aconsejable que no se superen los 85 decibelios para evitar daños en el oído.

Respecto a los juguetes, hay dos cosas que no pueden faltar en la maleta:  Su muñeco favorito y un cuaderno en blanco con pinturas de colores.  El muñeco siempre proporcionará confort y cierta sensación de seguridad.  El papel y los lápices de colores dan para horas y horas de diversión.

OSITO con firma

Existen muchos juguetes adecuados para viajar, presentados en cajas que no ocupan absolutamente nada y divertidísimos para toda la familia.  Serán de gran ayuda a la hora de volar con niños… eso sí, intentando no incomodar al resto de pasajeros.

Un gran ejemplo de este tipo de juego es el Dobble que, en un espacio mínimo y desde los cuatro años aproximadamente, consigue proporcionar múltiples opciones de entretenimiento.

Lo mismo sucede con el Qwixx para niños un poco más mayores. Se trata de un juego ingenioso, adictivo y versátil; no obstante, cuenta con dados, con lo que hemos de tener cuidado para que no caigan al suelo o hagan mucho ruido.

Cuando jugamos con dados, siempre podemos lanzarlos con cuidado dentro de una cajita o una prenda de ropa como un gorro, un pañuelo doblado… que atenúen el ruido y dificulten que caigan al suelo. Otra alternativa es comprar una pequeña bandeja para dados, muy práctica y fácil de transportar.

Los Story Cubes son una opción estupenda, tanto por su tamaño como por su variedad. Con ellos, nuestros niños darán rienda suelta a su imaginación creando fantásticas historias. Podemos encontrarlos de distintas temáticas y, desde los siete u ocho años, constituyen un recurso estupendo que proporcionará gran diversión a nuestros hijos.

Los juegos de ingenio son siempre una excelente opción para niños un poco más mayores. También lo son todos los juegos en formato de baraja.

Una baraja clásica es siempre una elección acertada cuando los niños tienen cierta edad.  Cuarenta cartas en un espacio diminuto que nos permiten jugar a infinidad de cosas: las siete y media, la carta más alta, buscar parejas…

En lo que respecta a juegos pequeños, originales y económicos para viajar, es sorprendente la cantidad de ellos que pueden adquirirse en Flying Tiger.  Si tenéis una tienda cerca y un vuelo a la vista, merece la pena echar un vistazo.

Para los más pequeñitos, que aún tienen limitado el acceso a algunos juegos de los que os hablaba anteriormente, los libros para colorear o para poner pegatinas son una de las opciones más adecuadas.

JUGUETES AVION con firma

Si no lleváis juguetes, siempre hay margen para ser creativos.

Por ejemplo, podemos jugar al «veo veo» con las fotografías e ilustraciones que encontraréis en la revista que todas las compañías facilitan a los pasajeros. O, con un papel en blanco y un bolígrafo, podemos improvisar un «adivina lo que estoy pintando», o jugar al «ahorcado»… Incluso, haciendo seis bolitas de papel, tres coloreadas y otras tres en blanco, podéis diseñar vuestro propio «tres en raya».

JUEGOS CASEROS con firma

6. CONCLUSIÓN

Volar con niños es complicado, pero para ellos puede convertirse en una maravillosa aventura: subir al cielo, tocar las nubes, ver el mar desde lo alto… y no dudarán en hablar de esta experiencia tan emocionante en cuanto tengan ocasión.

Siguiendo unas pautas y mirando el mundo desde los ojos de un niño, solamente falta desearos ¡Buen viaje, familia!